sábado, 23 de agosto de 2014

Evangelio del día: según San Mateo 23,1-12.

Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos:

"Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; 
ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. 

 Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. 

 Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar 'mi maestro' por la gente. 
En cuanto a ustedes, no se hagan llamar 'maestro', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. 

 A nadie en el mundo llamen 'padre', porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco 'doctores', porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías. Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros, porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado". 

 Comentario del Evangelio por Isaac el Sirio (siglo VII), monje cercano a Mossoul. Discursos ascéticos, 1ª serie, nº 34.

«El que se humille será ensalzado»

    Aquel que reconoce sus propios pecados... es más grande que aquel que, por su oración, resucita a los muertos. Aquel que gime durante una hora por su alma es más grande que el que abraza al mundo por su contemplación. Aquel a quien se le ha dado ver la verdad sobre sí mismo, es más grande que aquel a quien le ha sido dado ver a los ángeles.